La incurvadura del pene, se produce por una enfermedad conocida como Enfermedad de La Peyronie. No se conoce el origen de la misma. Puede producir desde pequeñas hasta grandes deformidades, que impiden al paciente mantener relaciones sexuales.

Se distinguen dos fases de esta enfermedad. La fase inicial o aguda, puede durar hasta 12 meses, y transcurre desde el momento en que el paciente empieza a notar la incurvadura y presenta DOLOR o molestias con la erección. Posteriormente, la incurvadura se detiene y es entonces cuando empieza la fase estable.

En la primera fase, se pueden utilizar varias herramientas terapéuticas para que la incurvadura no empeore y desaparezca el dolor. La intención es llevar rápidamente al paciente a la fase estable, para poder plantearle una cirugía definitiva y reparadora. En la fase aguda, se pueden utilizar fármacos como el tadalafilo, antiinflamatorios, entre otros, así como las ondas de choque de baja intensidad, en sesiones semanales, dependiendo del grado de dolor y a respuesta del paciente. También, se recomienda el uso de dispositivos de vacío, con el mismo fin de evitar el empeoramiento de la incurvadura.

Una vez en la fase estable, el paciente puede operarse. La cirugía actual y de elección para esta situación, incluye la sección parcial o completa de la placa o «callo» que produce la retracción de la capa albugínea del pene, responsable de la incurvadura. Una vez seccionada o retirada, es reemplazada por un material biológico o sintético, según sea la extensión del defecto a cubrir, para de esta forma PRESERVAR LA LONGITUD y GROSOR del pene.

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